domingo, 29 de septiembre de 2019

El argentino que creó un canal de tevé donde los ídolos de la música clásica son las grandes estrellas

29 de septiembre de 2019.

Por: Julio Lagos.

Un canal de óperas y conciertos se ha convertido en el favorito de muchos televidentes. El creador es un sociólogo que estudió en la BBC y fue uno de los fundadores de la Escuela de Televisión de Cuba.



¿Melómano? No, no lo soy. Para nada. Carezco de la formación y el hábito de quienes conocen en profundidad la música clásica.

Pero desde hace un par de años me he convertido en seguidor de Allegro HD, un canal que transmite conciertos, óperas y ballet. Como es básicamente musical, me resulta conveniente porque puedo escribir mientras escucho, sin depender de la imagen.

Pero a menudo dejo de trabajar y miro a la pantalla, porque me resulta irresistible ver las orquestas y disfruto del acierto de las cámaras, que siempre enfocan al instrumento que está sonando en ese momento.

Me maravillan los planos que hacen los drones, que primero muestras las ciudades y lentamente van haciendo un acercamiento hasta que ingresan a los grandes teatros, donde el público ya está sentado, esperando a los músicos.

Y también veo los conciertos en las catedrales, en los patios de los castillos o en las plazas europeas, donde la música se convierte en una imbatible ceremonia popular.

Porque algo está pasando con aquella música que parecía reservada a un ambiente exclusivo, a recintos solemnes y a intérpretes adustos.

Paulatinamente, los espectáculos líricos se han popularizado y ampliaron la cantidad de sus destinatarios. Como suele ocurrir, aparecen opiniones encontradas. Hay quienes sostienen que, en el afán de incorporar nuevos públicos, se corre el riesgo de bajar la calidad del contenido musical. De la vereda de enfrente, se asegura que la buena música tuvo un origen popular y que erróneamente se encerró en ámbitos restringidos.

En París, donde está radicado desde hace 43 años, el argentino Gustavo Vainstein, creador de la señal Allegro HD, ofrece su punto de vista:

-Creo que la actividad en torno a la música clásica es cada vez mayor. En París, por ejemplo, se han inaugurado recientemente dos centros artísticos: la Philarmonie y la Seine Musicale. En todo París se pueden ver hasta tres óperas en un mismo día y las salas siempre están llenas. En Argentina, descubro cada día nuevos espacios dedicados a la producción de espectáculos de música clásica. En mis tiempos, eran sólo el Colón, el Coliseo y el San Martín. Ahora están las excelente salas del CCK y de la Usina del Arte. Además, me fascina comprobar que cada provincia tiene como mínimo un centro importante. Estamos colaborando con una multitud de espacios y programadores en los países en los que Allegro HD es difundido. El aumento exponencial de espacios artísticos no compromete la calidad artística. Al contrario, permite la emergencia de numerosos intérpretes talentosos, además de posibilitar el descubrimiento y fomento de nuevos públicos.

La historia de Vanstein empezó en el barrio de La Paternal:

-Mis padres se conocieron en la Sociedad Cultural Odesa, donde mi padre sedujo a mi madre porque presentaba discos de música clásica, con excelente voz…

En ese ambiente familiar, entristecido por la muerte prematura de un hermano, se escuchaba mucha radio:

-Escuchábamos radioteatros: los Pérez García, Blanquita y Héctor... Música clásica, siempre. Sobre todo, recuerdo el “Diario del Cine” con Chas de Cruz en Radio Belgrano, mi primer contacto con el mundo del cine. Lo determinante es que la radio estaba casi en mi mamadera. Mi padre tenía revistas técnicas de radio de los años 30 (estábamos a comienzos de los 60) que mi hermano descubrió. Decidió construir radios y televisores basado en esas revista. Lo logró. Y pasó los dos últimos años de su vida haciéndolo. Falleció muy joven. Los dos tuvimos licencia de radioaficionado a los doce años. Su tema era la técnica. El mío: la comunicación. Me fascinaba escuchar las radios del mundo en ondas cortas. Pero siempre traté de entender la técnica.

Gustavo se recibió de sociólogo en 1972:

-Mi Licenciatura en Sociología en realidad me sirvió para darle rango académico a mi pasión, que era la enseñanza y la comunicación.

La conjunción de todo eso la pudo concretar en Radio Nacional:

-Pude integrar el equipo de los programas educativos de Radio Nacional, junto a su creadora Susana Ruggero. Fueron ciclos que marcaron su época: “Nunca es tarde”, de alfabetización a distancia y “El mundo y usted”, de cultura general. Con ellos ganamos el Premio Japón de la NHK y el Premio Ondas de España. Empecé como asistente todo trabajo. Aprendí mucho. Al poco tiempo, mi pasión por la radio de ondas cortas se concretó en forma inesperada: gané un concurso de Radio France y me invitan a París. Aprovecho para presentar ante la Unesco nuestro programa “Nunca es tarde”. Cuando vuelvo, debo ocuparme de organizar un seminario auspiciado por la Unesco, y me hago cargo de la comunicación. Como el equipo de Radio Nacional debía ocuparse de preparar aquel proyecto del Canal 4 de televisión educativa, viajo a Europa nuevamente, a Londres para estudiar Dirección de Televisión en la BBC. Aprendí mi oficio: director y productor de televisión.

Gustavo Vainstein evoca también el momento en que se fue de la Argentina:

-Me fui en el 76. Del 73 al 75, fueron tres años maravillosos y difíciles. Para mi fue un momento excepcional. Pude poner en práctica toda mis experiencia. A medida que los cambios políticos se sucedían, me iba exiliando productivamente. El 25 de mayo de 1973 me encontró en Salta, entrevistando al gobernador Ragone con dos locutores wichis, porque coordinaba un proyecto de radio en lengua wichi, que difundíamos por todas las radios de Salta. Después, dirigí un proyecto de radio educativa en la Santa Fe de Silvestre Begnis, y al mismo tiempo, cumplí con mi sueño: hacer televisión. En La Pampa. Un oasis de paz en medio de tanta barbarie. Hicimos programas de televisión educativa que creo aún hoy muchos viejos pampeanos recuerdan. Era la época del canal único. 100% de audiencia garantizado, y mucha discusión al día siguiente. Por suerte, me presenté a una beca del gobierno francés. Y me salvé porque en un allanamiento, no estaba en casa. Lo primero que hizo el gobierno militar fue cerrar el servicio de televisión educativa. Hace un mes, quienes hicieron el allanamiento fueron condenados en La Pampa. Cuarenta y cuatro años después, se hizo justicia.

Aquella beca fue el punto de partida de su carrera internacional:

-Con mi beca francesa, comienzo un Master en Ciencias de la Educación. La Directora de mi Master me propone rápidamente integrar su equipo de capacitación en el Institut National de l’Audiovisuel. El Institut es el centro de capacitación profesional de la televisión francesa. Lo que empezó como un puesto provisorio, se prolongó diez años.
-Y te radicaste en Francia…

-Vivo en Francia desde siempre. Siempre me sentí muy bien. Admiro el funcionamiento de la democracia y del estado francés. Tiene sus defectos, claro, pero en 40 años de vida en Francia, admiro una especie de pasión moderada. Discusiones apasionadas, pero respeto del punto de vista de cada quien. En 1986 me encuentro con Raúl Alfonsín, que me pregunta: “¿Cuándo vuelve Gustavo?”. Casi lo hago, pero al mismo tiempo cambio de actividad profesional y encuentro a quien será mi esposa. Empiezo a trabajar en la naciente televisión por cable de Francia. Al principio, en las provincias del Norte. Descubro la grandes empresas privadas y vuelvo al cabo de unos años a París, donde me hago cargo por diez años del marketing y la programación de la red de cable de París.

Otra etapa significativa de la carrera fue su trabajo en Cuba:

-En 1986 contribuí al mismo tiempo a la creación de la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, en Cuba, el proyecto iniciado por Gabriel García Márquez. Fui como experto enviado por el Institut para ayudar a hacer el primer plan de estudios. En aquel momento, en Francia, contribuimos también a capacitar los equipos de la televisión sandinista. Me propusieron quedarme en Cuba, pero yo ya había desarrollado mi posición crítica hacia los modelos 'socialistas’.

-¿Cuál fue tu experiencia personal al tratar con Fidel Castro?

-Lo vi sólo una vez, cuando se inauguró la escuela, la escuelita como la llamaba. Me agradeció mi franqueza. “Fuiste el único que se animó a escribir cuánto costaría la escuela”, me dijo. "Era lo que yo también estimaba”, agregó. Y miraba con cierta ironía a sus colaboradores que no se habían animado a hacer la estimación. Lo que me admira es que Castro tenía la visión de la importancia de la escuela como medio de irradiación cultural e ideológica para toda América Latina. Nadie que yo haya conocido antes le atribuyó tanta importancia a una escuela de televisión. La Escuela de Cuba, a pesar de todas las dificultades, continúa. Pero lo que me mejor recuerdo de mis viajes a Cuba era la abundancia de la mesa del Ministro de la Cultura y el vacío de los estantes de los mercados de La Habana.

-¿Cómo surgió la idea de Allegro HD?

- Allegro HD es el hermano menor de Eurochannel. En el 2004, me hice cargo como empresario de Eurochannel, el canal consagrado al cine y las series europeas. En ese momento, Eurochannel estaba presente sólo en Brasil y México. Hoy Eurochannel es difundido en casi todo el mundo, transmitido en dieciocho idiomas diferentes. Allegro HD ya cumplió 4 años. Podríamos decir que todo el equipo esté disperso en muchos países. Christian Poccard, nuestro Director de Programación, está ahora en Miami, Mario Guada, un joven musicólogo español, está en Madrid, donde prepara los textos del subtitulado. Claudia Rojas se encarga de la comunicación en Buenos Aires. Por mi parte, estoy la mayor parte de mi tiempo en Europa. El centro técnico de difusión está en Miami.

-¿Los directores de cámara saben música y dirigen con la partitura a la vista?

-La realización de los programas de música requieren que tanto el director como su switcher conozcan la partitura. En Europa, el oficio de realizador musical es una especialidad practicada por unos pocos. Si se observan con atención los programas del canal, se verán cinco o seis nombres que aparecen en la mayoría de las producciones. Como prestamos mucha atención a la calidad de realización de cada programa, sabemos que son el resultado de numerosos ensayos técnicos y de horas de edición. La puesta en imágenes puede maximizar el placer de ver una obra, pero también puede destruirla.

-Tres orquestas, tres cantantes, tres directores, tres lugares (teatros o plazas) de mayor atracción en este momento…

-Orquestas: Filarmónica de Viena, Filarmónica de Berlín, Orquesta del Bolshoi. Cantantes: Jonas Kaufman, Anna Netrebko, Roberto Alagna. Directores: Daniel Barenboim, Gustavo Dudamel, Valery Gergiev. Teatros: Covent Garden, Teatro alla Scala, Teatro Real de Madrid.

El crecimiento de la señal supera la expectativa de su creador:

-Crece más allá de nuestras expectativas. Lo pensamos inicialmente para Argentina, pero de inmediato cubrió casi todo el cono sur. Naturalmente, el mercado más importante es Argentina. Decir que estamos satisfechos es quedarnos cortos. Estamos maravillados de la respuesta del público. Supera todas nuestras expectativas. A diario recibimos mensaje de satisfacción y, algo inesperado, de agradecimiento. Un agradecimiento por algo que va más allá del placer musical. Parece que Allegro ocupó un espacio único. En un mundo que considero como excesivamente bullicioso y una televisión con publicidad abundante, parece que fue percibido como una propuesta de calma, que deja pensar y que ofrece deleite.

Hasta donde este cronista sabe, entre los seguidores de la señal en Argentina están el relator Víctor Hugo Morales, periodistas como Débora Plager y Horacio de Dios, el cantor de tangos Néstor Fabián y la relacionista de las estrellas Anita Tomaselli. Un detalle significativo es el de la composición de la audiencia:

-Sabemos que tenemos una audiencia altamente femenina. Y el público en general supera los treinta años y más. Poco a poco, vemos que se van incorporando más jóvenes.

Probablemente ese fenómeno tenga que ver con lo que se ve en la pantalla.

Hace unos días se anunció un recital de piano, con obras de Aleksandr Scriabin y Serguéi Prokófiev. Tuve curiosidad por ese repertorio.

Y cuando encendí la tele apareció una chica que parecía una estrella pop: tacos aguja de vértigo, brevísima minifalda roja ceñida, top escotado y un hombro desnudo. Los mechones del pelo, cuidadosamente cortados al estilo sauvage, completaban la imagen de Yuja Wang, la pianista china de 32 años que alcanzó notoriedad internacional en marzo de 2007, cuando tuvo que reemplazar por enfermedad a Martha Argerich en cuatro conciertos en Boston.

Un impacto visual similar provoca su colega Lola Astanova, que nació hace 34 años en Uzbekistán y desde el 2001 vive en Estados Unidos. Su figura es espectacular y causa furor en las redes. Ella lo sabe y lo asume con naturalidad: “Las redes sociales están llenas de formas femeninas y sus admiradores no necesitan ningún piano. Además, es fácil comprobarlo, porque la mitad de mis seguidores son chicas, apenas les importa mi cuerpo. Finalmente, la gran mayoría de los comentarios que recibo se refieren exclusivamente a mi música".

Quizás tenga razón y sea exclusivamente por su música, pero lo cierto es que en YouTube sus videos tienen millones de visitas. Según los críticos es imbatible tocando las obras de Liszt y Chopin, de quienes ella dice: “Es raro que la música clásica se haya convertido en un museo y se asocie ahora con algo reservado, porque List y Chopin eran estrellas de rock de su tiempo: libres, apasionados y verdaderos dandis".

Por su parte, el tenor alemán Jonas Kaufmann -delgado, sonrisa seductora, rizos sobre la frente- triunfa en los grandes teatros líricos del mundo, pero fácilmente podría ser confundido con un romántico galán de cine.

Los italianos Gianluca Ginoble (24) , Ignazio Boschetto (25) y Piero Barone,(26) integrantes de “Il Volo”, protagonizan un caso fenomenal. Continuadores del formato impuesto por los recordados “Tres tenores” (Pavarotti, Carreras y Domingo) convocan multitudes en cada una de sus presentaciones, en las que alternan arias de ópera con canciones populares de todos los géneros.

Otro fenómeno arrollador es el de el dúo 2Cellos, integrado por Luka Sulić, 32 (esloveno) y Stjepan Hauser 33 (croata). Ambos tienen una sólida formación académica, pero en 2011 subieron a YouTube una versión en violoncello de ”Smooth Criminal” de Michael Jackson. Fue un suceso incontenible, tuvieron millones de visitas. A partir de ese momento alternaron el repertorio clásico con música de películas, pop y rock. Cambiaron el tradicional cello de caja por el eléctrico y sus recitales al aire libre convocan miles de espectadores, de todas las edades.

A su vez Lang Lang, un pianista chino de 37 años, inconfundible por su rebelde remolino en el pelo, cautiva al público con el despliegue físico con el que sustenta su asombroso estilo pianístico.

Para Gustavo Vainstein las prioridades no han variado a través del tiempo:

-La apariencia de los intérpretes siempre fue un elemento importante. Franz Lizst, por ejemplo, sedujo no sólo musicalmente. La Callas no sólo tenía una voz que aún todos admiramos. Su presencia escénica es consustancial a la artista. Mientras la ejecución sea auténtica y respete al compositor, bienvenido el retorno del show. Durante el siglo XIX, mucha música clásica, era un show: Paganini, Offenbach, Rossini se proponían y lograban llenar salas con sus obras. Que algunos intérpretes tengan cierta prestancia no excluye el hecho esencial: deben ser ante todo excelentes intérpretes. Probablemente, la excelente prestación musical los vuelve a todos bellos. La música clásica requiere pasión y estudio, y no admite renuncias de ningún tipo.

El espectáculo de la televisión se reinventa permanentemente. Aparecen nuevas señales, diferentes plataformas, formatos novedosos.

En ese universo fascinante, aquel chico del barrio de La Paternal, que escuchaba música clásica en la radio de su casa, ha creado lo que faltaba: un descanso, un refugio de buen gusto.

https://www.infobae.com/sociedad/2019/09/29/el-argentino-que-creo-un-canal-de-teve-donde-los-idolos-de-la-musica-clasica-son-las-grandes-estrellas/

domingo, 15 de septiembre de 2019

Esto sí es populismo

15/09/19.

Por: Mariano Yakimavicius.

¿Por qué en la actualidad las opiniones, tendencias, partidos, gobiernos o políticas públicas que resultan reñidas con el gusto propio son calificadas como populistas?



El concepto se ha puesto de moda desde hace un tiempo a esta parte en todo el mundo y el único denominador común que parece tener es que se trata de algo negativo que representa todo aquello que no es del agrado de quien lo utiliza. Una medida adoptada por un gobierno liberal, conservador o antisistema puede ser populista. Parece haber también un cierto acuerdo implícito en que ese concepto amorfo y viscoso sólo atañe a gobiernos o partidos políticos que sostienen ideas distintas a lo que supuestamente sería una democracia liberal tradicional, como si ese sistema fuera la panacea o el punto culminante de la organización política humana. Las sucesivas crisis de la democracia en todas sus formas parecen demostrar que, en materia de organización política, la humanidad dista de tener todo resuelto.

El concepto de populismo no es demasiado antiguo, data de mediados del siglo XX, pero fue retomado y resignificado hace poco tiempo. Aunque más que resignificado, podría decirse que fue vaciado de contenido y presentado como una cáscara vacía y transparente, adaptable al gusto del consumidor. Es decir, la nada misma. En la era de la posverdad, un instrumento semejante cae como anillo al dedo, porque permite evitar el rigor de pensar, habilita la vaguedad para calificar cualquier cosa de cualquier manera, pero especialmente apela a emociones desconectadas de la política real. En suma, si a usted algo no le gusta por el motivo que fuera y no tiene ganas de pensar, califíquelo como populista.

Es demagogia no populismo

Una primera confusión consiste en que lo que en la actualidad es generalmente caracterizado como populista, es aquello que ya se conocía como demagogia. Este concepto está asociado con el favorecimiento y la estimulación de las ambiciones y sentimientos de sectores de la población tal como se presentan espontáneamente. Las promesas que suelen realizar los políticos durante las campañas electorales son habitualmente criticadas como demagógicas cuando aparecen como irrealizables. Las repúblicas liberales modernas han sido reiteradamente cuestionadas atribuyéndoles la condición de sistemas demagógicos debido a la utilización intensiva de técnicas publicitarias características del marketing, a la personalización de las candidaturas, la manipulación de los medios masivos de comunicación en detrimento del análisis político, y el recurso sistemático a polarizaciones absolutas tales como bien-mal, desarrollo-atraso, civilización-barbarie, honestidad-corrupción, ellos-nosotros, o conceptos imprecisos como la alegría, la seguridad, la justicia, o la paz.

Ha sido habitual en las dictaduras recurrir a la consideración de las repúblicas derrocadas como gobiernos demagógicos para justificar los golpes de Estado y la imposición de sistemas autoritarios. La demagogia es claramente un desvío de un camino virtuoso, pero un desvío en el cual de hecho incurren todos los sistemas políticos y los sistemas ideológicos. Un gobierno populista puede ser demagógico o no, al igual que uno liberal, o uno socialdemócrata. Pero utilizar el argumento de la demagogia para derrocar a un gobierno, no es ya un desvío, sino un reemplazo de un sistema político democrático por otro que no le es. Es algo notoriamente más grave. Y esto lleva a poner en evidencia una característica del populismo: puede caer o no en desvíos demagógicos, pero todo populismo existe dentro de un marco democrático. Por supuesto, el desvío demagógico puede llevar a un populismo a dejar de serlo para convertirse en otra cosa, por ejemplo, una dictadura de la mayoría. Pero eso ya no sería populismo. Entonces ¿qué es el populismo?

Un aporte latinoamericano a la ciencia política

Un notable docente universitario que dictaba la materia Historia Argentina y un seminario sobre Historia Latinoamericana -Osvaldo Furman- me enseñó que el populismo es el mayor aporte latinoamericano a la ciencia política. Es un fenómeno nacido claramente en Latinoamérica y que no tiene un paralelo igual en otras partes del mundo. El Cardenismo en México, el Varguismo en Brasil, el Arbenzismo en Guatemala, el Aprismo en Perú, el Gaitanismo en Colombia y el Peronismo en Argentina, son sus más fieles exponentes.

¿Qué es entonces el populismo? Ni más ni menos que la activación política de las masas populares. Eso quiere decir varias cosas. En principio, que las masas populares se encontraban políticamente inactivas hasta que el populismo las activó. ¿Qué quiere decir que estaban políticamente inactivas? Que no tenían la más mínima participación en el proceso de toma de decisiones. Ese ámbito estaba reservado a un sector pequeño, poseedor del poder económico y también político. Es decir que, en su génesis, el populismo aparece como una molestia para las élites acostumbradas a dominar todo el proceso de decisiones. El populismo propone ampliar la base decisional de una sociedad y eso supuso para quienes ostentaban el poder político, tener que compartirlo. Al ampliar la base de decisión política, no tardan en verse afectados los intereses económicos. El populismo supone así -por lo menos- una tendencia hacia la equidad social.

La reacción general de los sectores privilegiados en los distintos sitios donde floreció el populismo fue idéntica: tensar la cuerda y apelar a la dialéctica amigo-enemigo en el afán de recuperar el poder que esas masas activadas políticamente les habían quitado. Es por eso que los gobiernos populistas han buscado invariablemente un protagonismo significativo del Estado como aquella entidad eminentemente política capaz de afianzar los procesos de búsqueda e implementación de la equidad política y social.

La cuestión ideológica no debe pasarse por alto. En términos generales, los populismos disociaron la política de las ideologías tradicionales. Es por ese motivo que puede haber populismos más conservadores y otros más progresistas. En ningún caso el populismo es copado por ideologías extremistas o fanáticas como el comunismo o el fascismo. Por supuesto que los gobiernos populistas incurrieron en la tentación autoritaria, pero es curioso que, por más vuelta que se le busque, siempre llegaron al poder mediante las urnas y en general fueron derrocados violentamente por quienes se postulaban como los defensores de los valores democráticos.

Otro detalle que no debe pasarse por alto: por su esencia, los populismos tienden a ser populares, pero esa correlación no tiene por qué ser estrictamente necesaria. Dicho de otro modo, un populismo puede tornarse impopular. Esa pérdida de apoyo popular es lo que seguramente estará señalando su mutación hacia otro tipo de sistema.

Haga el ejercicio en casa

De los populismos originales queda relativamente poco en pie. Pero eso no quiere decir que el concepto que hemos tratado de aclarar no pueda utilizarse más. Eso sí, sería interesante hacerlo de manera correcta. En principio, antes de calificar una medida de gobierno, una política pública, a un partido u organización social, a un gobierno como populista, intente dilucidar sus intenciones. Si estas apuntan a que los sectores populares, los más desprotegidos, las minorías silenciadas, tiendan a empoderarse, pues entonces sí, utilice el concepto sin temor a equivocarse. Pero cuando advierta medidas, políticas, partidos u organizaciones y gobiernos que defienden los intereses de pequeños grupos de poder concentrado usando eslóganes simplificados que intentan demostrar beneficios generales, desconfíe: eso es demagogia, no populismo. No se me ocurre nada más demagógico que la teoría del derrame.

Para complicar más aún las cosas -la realidad tiende a ser más compleja que simple- recuérdese que populismo y demagogia son conceptos distintos pero que a veces aplican juntos. Muchas veces los populismos son demagógicos, como también lo son los gobiernos liberales o socialdemócratas. Lo que es importante es poder distinguir entre una cosa y la otra.

Sepa el lector disculpar la tónica de este artículo, populista por cierto.

https://www.rosarioplus.com/ensacoycorbata/Esto-si-es-populismo-20190912-0030.html?fbclid=IwAR3TJ31SqHVPf8dduGW2lJuGwZIpr4hUaRTyWcPF4uT12HYkZyX98x2meJI