martes, 30 de abril de 2019

Progresismo y seguridad no deben ir separados

30 de abril 2019.

Las teorías progresistas suelen escaparle al tema dejándole lugar a las opiniones que defienden la "mano dura".



"Defienden a los chorros", "los delincuentes tienen más privilegios que las víctimas", "los Derechos Humanos son solo para unos pocos".



La clase política progresista no suele hablar de inseguridad, o si lo hace es relacionada a otros temas, perdiéndose el eje principal del asunto. Las personas tienen miedo al salir a la calle, no solo por ser robados sino por el riesgo de que el robo, por más que no exista resistencia, suponga violencia física o hasta incluso la muerte. ¿Alguno conoce una persona que nunca haya sufrido un hecho delictivo? No me gusta hablar en primera persona pero a mí me robaron tres veces, y en una recibí un golpe en el ojo.

Primero entendamos el problema



Uno de los autores más importantes que habla de inseguridad desde una mirada progresista es el economista argentino Bernardo Kliksberg. Para los que no lo conozcan es doctor en Ciencias Económicas y Administración, además de licenciado en Sociología. Fue asesor para la ONU, UNICEF, UNESCO, PNUD, OMS entre otros además de haber asesorado varios países a lo largo de su trayectoria. Sus papeles están en orden.

América Latina es la región donde más homicidios se cometen. Algunas de las causas son "la fractura del tejido social", la baja escolaridad, la falta de trabajo y las deficiencias de los sistemas judiciales y policiales. "Ehhhh, estás diciendo que los pobres son todos chorros". No, lo que se dice es que si agarrás a un individuo de la sociedad, le quitás el trabajo, le quitás la educación, lo marginás, lo ponés en un entorno de violencia y droga y sin ninguna vía de escape, es probable que esa persona (también es probable que no) se convierta en delincuente, o por lo menos tiene más probabilidades que alguien que tiene todos esos recursos.

¿Qué hacemos entonces? "Hay que matarlos a todos, vos matás a uno y al toque los demás no roban más". Bueno, esta frase, si bien es ridícula desde los datos, tiene algo de verdad. El uso de violencia, o la amenaza de poder usarla (poner a alguien en la cárcel es un acto violento) es un elemento disuasivo que puede funcionar para prevenir delitos (dije violento, no malo, la violencia no es necesariamente mala). Pero esto de ninguna manera termina con la delincuencia.

Volviendo a la frase anterior, la "mano dura", es decir la tolerancia cero, baja de la edad de imputabilidad y subir las penas incluso para los delitos más leves, fue probado en muchas partes del mundo con resultados negativos. Tres países con mucha criminalidad, El Salvador, Honduras y Guatemala probaron con esto y detuvieron mucha más gente. ¿Y los homicidios? Siguieron subiendo a pesar de todo.

Pero apliquémoslo una vez más. Llevémoslo al extremo. Agarremos a todos los delincuentes y matémoslos a todos, listo, la Argentina ya no tiene delincuentes. ¿Se terminó la inseguridad? Recuerden las causas, falta de trabajo, de educación, marginalidad, todo eso sigue existiendo. Si yo hoy matara a todos los delincuentes, mañana van a surgir nuevos delincuentes, sigo sin solucionar el problema.

"Acá hay que poner más policía, esa es la solución". ¿La policía da trabajo? ¿La policía da educación? Supongamos una policía profesional e intachable, seguimos sin atacar la causa del problema. "Vos sos anti-policía, por eso". No, no lo soy, y si me roban voy a llamar a la policía para que me asista, pero lo único que podrá hacer es frenar a un delincuente, no a la delincuencia, y no tiene que ver con su falta de voluntad sino porque su rol no es eliminar la delincuencia sino que busca combatir a delincuentes, no es lo mismo.
¿Qué hacemos entonces?

Poner cámaras, profesionalizar las fuerzas de seguridad y darle los elementos necesarios, aplicar penas efectivas a los delincuentes, decomisar drogas y reventar bunkers y que se acabe la impunidad son medidas necesarias que deben seguir implementándose pero entendiendo que esto no resuelve el delito, lo puede disminuir, sí, pero no lo va a solucionar. El delincuente seguirá siendo delincuente, por más que no tenga posibilidades de salir a robar.

Hay que atacar las causas. Vayamos por partes. Trabajar en sistemas educativos eficientes, con los recursos necesarios, un sistema de salud adecuado, el fomento de clubes de barrios y sociedades de fomento, entre otras cosas, sirve para romper un círculo vicioso donde tenemos abuelo delincuente, padre delincuente e hijo que podrá ser delincuente, porque fue criado así, con una idea errónea de lo que es el bien y el mal. Con esto se rompe la cadena dándole al pequeño espacios que lo mantengan fuera de "las calles".

"Pero si sale a robar se tiene que ir a la cárcel, el que las hace las paga". La baja de edad de imputabilidad impide romper este esquema y deja al niño encasillado dentro del sector de la delincuencia, haciendo mucho más difícil su recuperación. "Ah, entonces vos querés la puerta giratoria, que entren y salgan". No, tampoco, la "puerta giratoria" lo único que hace es esconder el problema bajo la alfombra sin ocuparse de él. Mandar al chico a la casa no es pensar en él, es no querer trabajar el problema. Hay que quitarlo del circuito delictivo, no profesionalizarlo al ponerlo en una cárcel.

"Bueno a los chicos no, pero sí tenemos que echar a todos los extranjeros". En realidad la proporción de delincuentes que delinquen es la misma que la de argentinos, no hay grandes variaciones. Una minoría de la población es extranjera así como una minoría de delincuentes son de otros países. Estamos sobredimensionando un problema que no es tal. En todo caso, quien delinque lo hace no por ser extranjero sino por otras causas. Plantear la deportación es creer que la causa es que sea extranjero, seguimos sin resolver el problema, seguimos actuando sobre las causas.

"O sea que los chicos no van a la cárcel, los extranjeros no van a ir a la cárcel, ¿no vamos a mandar a nadie?" No digo eso, claro que las penas deben ser proporcionales al delito cometido y de cumplimiento efectivo, pero hay que analizar el estado de las cárceles también. "Ahí está, ahí saltó el defensor de chorros, encima que tienen luz y agua gratis quieren darle más derechos, ¿por qué no hablás de las víctimas?" Ahora vamos con las víctimas, pero primero expliquemos la situación de las cárceles.

El artículo 18 de nuestra Constitución dice que las cárceles serán "sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos". Uno de los problemas es la reincidencia, es decir aquel delincuente que, luego de su castigo, vuelve a delinquir. Las personas, cuando están en la cárcel, van a salir o porque un juez le da salidas extraordinarias o porque, simplemente, terminó su condena. Pero que quede claro, las personas, en algún momento salen de la cárcel. ¿Cómo querés que salgan?

"Es fácil, si los re cagás a palos vas a querer como después no quieren volver nunca más ahí". Supongamos que tenés un perro, lo encadenás y le pegás con un palo, ¿qué va a pasar cada vez que vengas con el palo? "Y, supongo que me va a gruñir". Y si lo soltás, ¿qué va a pasar cuando lo quieras volver a atar? "Calculo que me va a morder". ¿Y por qué pensás que con un ser humano va a ser distinto? A través de los golpes solo lo volvés más violento y harás que esa persona, con tal de no volver a la cárcel, arriesgue su vida, tiroteándose incluso con la policía. ¿No eras vos el que defendías a los policías?

De cualquier forma, queda claro que es fundamental lo que pase en la cárcel para evitar que un delincuente vuelva a cometer un delito. Una propuesta debe ser lograr que trabajen o puedan estudiar, está probado que eso disminuye fuertemente la reincidencia, esa persona que creía que estaba bien robar, aprende que lo que está bien no es eso sino trabajar o estudiar. "Todo muy lindo pero la víctima de un asesinato no puede trabajar o estudiar". Bueno, está bien, hablemos de la víctima.

Necesitamos un sistema donde no solo se repare el daño sino que quien lo haga sea el delincuente, que él entienda que lo que hizo está mal. Por eso, los trabajos remunerados en la cárcel... "ahhh no, la que me faltaba. A mí me cuesta una barbaridad conseguir laburo y con mis impuestos tengo que pagarle a un delincuente. Para eso robo, me voy a la cárcel y tengo laburo y luz y agua gratis". Esperá, no te vayas, dejame explicar bien eso.

El salario no lo paga el Estado, quien contrata es una empresa privada por ende ellos pagan el salario, no sale de nuestros impuestos. "Es lo de menos eso, siguen ganando más que un jubilado". Así es, porque el Salario Mínimo Vital y Móvil es más alto que la jubilación mínima, porque el castigo a un delincuente es perder la libertad, no sus derechos laborales, sino sería esclavitud. Pero más allá de eso el delincuente no cobra nada. "¿Cómo que no?" No, ahí te explico.

Parte del salario va a la víctima como forma de reparar el daño. Otra parte va a la familia del reo que, en muchos casos, se quedan sin sostén económico. Y otra parte va a un fondo que se le da al preso recién cuando sale de la cárcel. "¿Y eso por qué?" Vi que tenías un kiosquito vos, ¿contratarías a alguien que recién sale de la cárcel? "Ni en pedo". Bueno, como vos piensa mucha gente, por lo que no se le va a hacer fácil conseguir empleo. ¿No era la falta de trabajo una causa de delincuencia? Acordate, no queremos que reincida.

Pero cerremos con la víctima como vos querías. Necesitamos un sistema judicial que lo haga parte del proceso, que la víctima vea que los crímenes tienen consecuencia y que, en la medida de lo posible, el daño sea reparado. No se trata de quien tiene más derechos sino de que el Estado no viole los derechos de nadie, ni de la víctima ni del delincuente.

"Pasa que ustedes son todos garantistas, quieren a todos los chorros en la calle, entonces esto es impracticable". Ese es un tema distinto. El garantismo es que se respeten los derechos constitucionales en el proceso. ¿Vos querés que un delincuente esté preso durante todo el proceso, por más que este dure años? "Y si, antes en la cárcel que libre por ahí". ¿Y si se comprueba que era un inocente? "Un daño colateral, la minoría van a ser inocentes". Si entra un ladrón a tu casa, ¿qué harías? "Lo reviento a tiros". Entonces, según tu lógica, deberíamos ponerte en la cárcel. "¿Por qué? Si yo me estoy defendiendo". Eso como juez yo no lo sé, asique voy a investigar, capaz me tardo un par de años pero por las dudas, para proteger al resto de la sociedad, te voy a dejar en la cárcel. "¡Pero eso no es justo!" Ya sé, pero vos dijiste que nos manejemos así.

"Bueno pará, ya me perdí, ¿qué hacemos entonces?" No descuidemos todas las políticas que atacan a los delitos, como las cámaras o más policías y penas efectivas, pero no creamos que eso vaya a solucionar los problemas. Debemos actuar en cuestiones sociales, más educación y trabajo, sociedades de fomento y lugares de esparcimiento y cárceles que sirvan para la reinserción de las personas y no para su castigo. No es casual que cuanto más igualitaria sea una sociedad, más segura sea. Te dije que nosotros estamos en la región más insegura del planeta, te agrego que, además, somos la región más desigual del planeta.

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domingo, 21 de abril de 2019

El mal conocimiento de la historia

Domingo 21 de Abril de 2019.

Griegos y romanos estaban obsesionados por la belleza del hombre, y la exhibieron hasta el hartazgo en lugares públicos y privados.

Antonino Pío, emperador romano entre 138 y 161.


Estamos más llenos de deformaciones que de informaciones. Y somos intolerantes frente a la ambigüedad que está implícita en la vida. Buscamos lo "químicamente puro" como si nosotros mismos lo fuéramos. Ni la religión ni la política pueden subsistir sin sendos porcentajes de ambigüedad. Como tampoco hay seres humanos que no produzcan desechos, los propios y los del consumo.

Un conocido italiano que vive en Marburgo —personaje muy particular si los hay— me contaba que, como forma de intentar bajar el humo a ciertos alemanes arrogantes con quienes se cruzaba, durante las conversaciones dirigía su mirada constantemente a sus traseros... para recordarles que ellos también tienen que ir al baño.

No señor, no fue la Edad Media la que persiguió a las brujas. Fue la "Edad Moderna" en su plena maduración: en la primera mitad del siglo XVII es cuando la quema de brujas llega a su cenit, lo mismo que las denuncias y la tortura. La inquisición será una idea "medieval", pero se puso realmente peligrosa a partir del "Renacimiento". A Giordano Bruno lo queman en febrero del 1600.

Con el llamado "Descubrimiento" se pone en marcha el genocidio de América, el mismo año se expulsa de España a los judíos. Los españoles se roban toda la plata del Alto Perú y sin embargo España cae oficialmente en bancarrota tres veces seguidas a lo largo del siglo XVI. Ni toda esa sangre bastó para mantener equilibradas las finanzas de una nación europea.

El Renacimiento nada aporta en higiene. Hasta siglos después, nadie supo en Europa que hirviendo el agua se matan los gérmenes.

Las guerras confesionales que genera el seno mismo de la Cristiandad (¡!) comienzan en el XVI y terminan en el desastre de la Guerra de los Treinta Años: Europa entera masacrándose a sí misma desde 1618 hasta 1648. La intolerancia siguió expulsando "herejes": protestantes neerlandeses y franceses emigraron y fueron acogidos en Alemania, en los siglos XVI, XVII y XVIII. Rubens nace en Alemania en 1577 de padres flamencos refugiados. No, Alemania no es el país actual de refugiados, lo es desde aquel entonces —pero judíos alemanes, homosexuales y disidentes tuvieron que optar entre abandonar el país o morir a partir de 1933—...

El Islam no ejecutó en la Edad Media a ningún homosexual, lo hace apenas desde el siglo XX. Es más, la poesía homoerótica medieval árabe tuvo gran difusión, vista como lo más natural del mundo.

Shakespeare escribió Romeo y Julieta, pero le dedicaba los sonetos a su amado Willie Hughes.

Las mujeres reclaman hoy el descolgado de desnudos femeninos de los museos. La sexualización en la historia (hasta el siglo XIX) fue sin embargo del cuerpo masculino. Griegos y romanos estaban obsesionados por la belleza del hombre, y la exhibieron hasta el hartazgo en lugares públicos y privados. Y hay que que esforzarse por encontrar unas pocas figuras de mujeres desnudas en la Antigüedad. ¿Habrá que cerrar los Museos Vaticanos a causa de tanto, tanto hombre desnudo? El Renacimiento tuvo la misma obsesión, y la escultura más famosa del mundo es el David de Miguel Ángel. Sólo que a los grandes del Renacimiento, como a los Medici, nunca se les hubiera ocurrido hacerse retratar desnudos como lo hacían los emperadores romanos. Piénsese si a algún político de nuestra época —pese a todo lo sexualizada que está— se le pasaría por la cabeza retratarse como vino al mundo y exhibirse al público.

Alberto Durero se autorretrató completamente desnudo en el Nuremberg del 1500, con fines seguramente privados (¿amorosos con su "amigo" Pirckheimer o su bello discípulo Hans Baldung?). La obra se conserva hoy en las Colecciones Estatales de la ciudad de Weimar.

El Louvre de Abu Dhabi inaugurado en 2017 presenta arte europeo, pero con la condición de excluir radicalmente cualquier desnudo... Y estamos en el siglo XXI.

Cuando el presidente Bush habló del lamentable atentado del 11 de septiembre de 2001 como la "mayor catástrofe de todos los tiempos", con tres mil muertos, vino a mi memoria de inmediato el bombardeo británico a Darmstadt, Alemania, el 11 de septiembre de 1944, con un saldo de trece mil civiles muertos. Algunos dirán "era la guerra" (como si la muerte hiciera distinciones): ¿será que fue otra cosa que venganza? El argumento que habla de "ataques contra centros industriales" es en este caso, como en otros cientos, absolutamente falso.

Gran mérito el del "Renacimiento" ser fundamento de los Estados nacionales: desde entonces caminando en línea recta hacia los nacionalismos y sus consecuentes catástrofes, a más tardar a partir del siglo XVIII.

¿Son los catalanes tan distintos a los "españoles"? ¿No está impresa en castellano en Barcelona la mejor enciclopedia de una lengua de todos los tiempos: el diccionario Espasa? Hasta la Británica sale mal parada al lado de los cientoveintipico de tomos históricos.... Qué bien que Castilla y Cataluña se unieran en tal empresa. Y que gracias al castellano los catalanes se puedan entender con el mundo.

Sin duda no es nada fácil: tantas mentalidades, tantas certezas, tantos orgullos y anatemas, tanta violencia, tanto hacer de cuenta que no vivimos en el mundo que tenemos, que es uno solo. La nuestra es a la vez la mejor y la peor de todas las épocas por que ha pasado el planeta. Vaya ambigüedad....

Un consejo de Sigmund Freud: el arte de la vida consiste en aceptar las contradicciones.

https://www.lacapital.com.ar/cultura-y-libros/el-mal-conocimiento-la-historia-n1757033.html